martes, 31 de enero de 2012

40 años y 10 días

De los 10 primeros días de mis 40 años, me quedo con los 3 momentos más mágicos y felices...(porque quedarme con los malos sería no ver la realidad).


1.Viernes madrugada aparecen de sorpresa en mi habitación (yo durmiendo), amigos míos de Bilbao, Paris, Santander, Madrid, cantándome el cumpleaños feliz. Empecé a reír ahí y no paré hasta el domingo.
De la cama a los pubs hasta altas horas.

2. Sábado completito, con comilona paellera a mediodía para ciento y la madre, organizado de sorpresa por mi chico.
Fiesta nocturna (más fiesta aún) organizada por mi como celebración por todo lo alto, con autobús para ir todos juntos a Valencia, cenar en un bar cerrado para nosotros y discoteo a tutiplen hasta volver a casa a las 7 de la mañana.

A partir de aquí se jodieron los 40. Tanto festival a esta edad, no podía ser bueno....

Pagué los excesos y el fretorro que cascaba por las noches con un domingo de sofá, manta y 40 de fiebre.
Lunes a urgencias.
Pus en las amígdalas hasta decir basta y sensación de no valer ni pa trapos.
Antibiótico al canto, muy fuerte y para muchos días. Veo peligrar el maratón de Marrakech, pero empiezo a encontrarme mejor y vuelvo a animarme.

Pero lo peor estaba por llegar.
Resumiendo el historial de toda la semana (5 veces a urgencias, muchas noches sin dormir y lágrimas pa rellenar un pantano), mi pequeña con gingivoestomatitis (llagas por toda la boca) y por si eso fuera poco, se le perfora el tímpano por una otitis bestial que ningún pediatra le había visto.

Viaje a Marrakech y maratón, para otra ocasión.

Lo bueno es que he pasado un fin de semana tan remalo con mi princesa tan malita, que olvidé la ilusión del viaje, los 3 meses de entreno y hasta el dinero gastado.

3. Anoche mi Lunita volvió a sonreír y a tener ganas de jugar. Cuanto la echaba de menos así!!...la necesitaba ya así. Qué duro es verles sufrir y no poder hacer nada.
Estos días me he dado cuenta de que todo deja de tener sentido si no la veo a ella feliz. Creo que jamás antes había tenido tan clara mi escala de valores. Me gusta haberla aclarado en mi mente con mis recién estrenados 40. Ya no puedo decir que hayan empezado mal, ves?...de todo se aprende.

Pd: Aprovecho desde aquí para enviar un achuchón con beso de sabor a fresa a todos mis amigos del extrarradio, que llevaban organizando la sorpresa desde Septiembre. También a mis amigos de Alzira por llevar tantos años aguantándome y como no, a mi familia del alma, que siempre está ahí para todo, lo bueno y lo malo. Os quiero un sinfín de infinitos elevados a la enésima potencia.

miércoles, 18 de enero de 2012

Km vertical de Gandía (versión andarines)

1ª parada para almorzar todos juntos. Hasta aquí todo frescura y pocas cuestas.
Mi compi Cindy acojonada mirando el abismo con tembleques en las piernas
Todos llegan a meta, incluídas mis chicas campeonas (de las que yo ni dudaba)
Vistas preciosas desde la cima del Montdúver
Lo conseguí. Conseguí tener rollo suficiente y mentiras piadosas "a porrillo" para que las últimas de la fila (mis compis chicas) llegasen a meta del km vertical de Gandía, el pasado domingo.

La mañana empezó algo acelerada. Cindy llegó sin haber ni siquiera desayunado y pidiendo parar en un bar para tomar café (faltando 5 minutos para la salida). Suerte tuvimos que nuestro compi Joserra, siempre previsor, llevaba media casa en la mochila...incluído un termo y tacitas para el café olé.

Los primeros kms, más o menos llanos, aunque muy empedrados, fueron super amenos. Charlas, risas, cogida de mandarinas de los árboles, inicio de mi estrategia "comedura de tarro optimista" a mis chicas..."mirad, otro kilómetro más y vais tan frescas...y total solo son 11.8"!!!...
La respuesta más veces oída durante todo este tramo fue "ya, pero es que aún no hemos llegado a la montaña"!!!...

Y como todo llega, la subida a la montaña, llegó. Antes de empezarla y habiendo llegado al 1er avituallamiento, paramos todos a almorzar. Como eso se nos da tan bien y poco ánimo había al ver desde tan lejos las antenas del final, salieron todos con ganas, excepto mis dos compis...que entre darle agua a la perrita, guardar el resto del bocadillo e ir a mear detrás del naranjo más alejado de la zona...me quedé esperándolas frente a los voluntarios del avituallamiento que ya se estaban ocupando de recoger.
¡¡¡NADIE!!!!...no quedaba NADIE!!!...todo dios se la había pirado y ellas allí en plan relax, sin aparecer.
Cuando llegan les digo..."venga, chicas, que nos hemos quedado solas, espabilad"...a lo que con toda la razón del mundo, Cindy contestó..."¿que tenemos que coger algún tren?"...

Pues no. Y ahí fue cuando me dí cuenta de que, a pesar de ir tranquila porque sabía que me quedaría a acompañar a los que fueran a tardar más, yo ya formo parte del mundillo este de las prisas. Y no. La montaña hay que disfrutarla y eso es lo que yo quería que ellas también hicieran...así que ahí me propuse ayudarlas a conseguirlo, pero sin marcar ningún ritmo que las agobiase.

Del km 6 al 10 (2º avituallamiento) ya fue todo subida sin parar, pero bastante llevadera (o eso me parecía a mi). Fui marcando pequeñas metas diciéndoles..."mirad, en aquel árbol, próximo respiro"..."venga, chicas, allí en aquella piedra, otra parada para respirar"..."en la próxima curva, un gran respiro"...y así, casi sin sudar, llegamos las 3 al punto "tecla". Le llamo punto "tecla" porque ellas habían leído en la web que ahí se podía coger un desvío y dar por terminada la carrera sin tener que llegar a las antenas. Evidentemente, yo no quería que lo dejaran a medias...así que tuve que hacer uso de mis mejores artes embaucadoras y poco a poco, disimulando, llevarlas por el camino de subida para que no se fijasen mucho en el de bajada.

Por supuesto la lengua no me paraba..."pero si solo quedan 1.8 kms, eso qué es?...nada!...eso es como ir desde nuestro trabajo hasta el Decathlon"...y ellas..."si, pero cuesta arriba"!!!

El momento "hostiaputa" fue cuando llegué (un poquito antes que ellas) al final del primer tramo de subidón cañero. Les había dicho que hasta allí era el esfuerzo y que luego ya llanearíamos hasta meta. JA!.
Cuando ví que el caminito seguía más empinado todavía por otro segundo tramo hipersubidón solté un..."hostiaputa" para mis adentros, que me salió del alma.
Las ví subiendo y así por lo bajini les dije..."chicas, ahora cuando lleguéis aquí me vais a querer matar, ya os aviso, pero ya veréis como luego no es para tanto".

Llegaron y al ver a la gente en fila india subiendo allá por el 5º pino, quisieron darse la vuelta y volver al 2º avituallamiento para irse por el desvío.

De nuevo en modo ON mi poder de convencimiento..."pero si quedan 1,1 kms...de aquí nada ya no quedarán ni kms, sólo serán metros!!!...habéis llegado hasta aquí y lo que quedan son unos pocos metros de nada, como desde el trabajo hasta el camino del hospital...esto está hecho...y además no estáis ni colorás, que vais sobrás".

Y siguieron...¿qué remedio les quedaba?...yo soy muy pesada cuando me pongo.

Se picaron por primera vez al ver que delante de nosotras iban 2 mujeres mayores que nuestras madres. Se tomaron a risa al ver los tramos que había que subir con cuerda. Se acojonaron cuando los abismos laterales empezaron a ser algo desproporcionados. Se motivaron cuando por fin...ahí...a poco más de 300 metros, vieron por fin aparecer las antenas.

Se abrazaron. Nos abrazamos. Prueba superada. Ya nadie podrá decirles lo bonito que es el paisaje desde el Montdúver. Lo han visto ellas, porque lo han subido ellas. 4h 24 min y sin casi rechistar.
"Estoy muy orgullosa de vosotras, chicas... les dije...sabía que podríais con esto y más".

Pd1: lo peor vino después. Se hace muy pesado tener que bajar desde la cima 4.5 kms por carretera de asfalto hasta donde está el avituallamiento de meta. No me parece lógico que digan que la carrera es de 11.8 kms, si en realidad acabas haciendo 16.3. No os quiero ni contar lo fantástico que les pareció a mis compis y a sus piernas cansadas. Menos mal que desde abajo, mi amigo Coke por teléfono, me avisó de toda la comida y los regalos que daban...sino...igual a estas horas, aún andaríamos dando vueltas sin querer bajar.

Pd2: Para compensar, el lunes les llevé chocolate a la taza con magdalenas para desayunar en el trabajo. Parecían robocop andando. En un mail que les envié con las fotos, les comenté que seguro que cuando olvidaran las agujetas, repetirían...a lo que Ana, me contestó:
"No te preocupes que estas agujetas me van a durar hasta el próximo año y si no me lo voy a anotar en el móvil para que me haga memoria, hay cosas que no se deben olvidar".

viernes, 13 de enero de 2012

Feliz 2012 y más allá

He empezado el año feliz y eso seguro que es un buen augurio (lo del tío guarro que conté en el post anterior forma parte de las pocas cosas que me cabrean, pero infelicidad desde luego, no me provoca).

Razones:

* El final del 2011 fue muy bueno para mi papi. Empezó a caminar de nuevo, a no tener dolores y encima le dieron vacaciones de quimio hasta Reyes, por lo que los efectos secundarios le dieron tregua y hasta probó algún que otro vinito.
Se quedarán grabadas para siempre en mi memoria sus lágrimas de risa al vernos bailar en Nochebuena (quien dice bailar, dice hacer el pato mareao).

* El baile, por cierto, de Nochebuena, también me hizo sentir feliz. No puedo negar que fuera un auténtico desastre (por mi parte, que mi sobri lo hizo genial), pero esos días de ensayos y momentos a su lado, a escondidas de todos para que fuera sorpresa, me volvieron a hacer sentir una pre-adolescente. Cuanto amo a esta niña por dios y qué bien me lo paso con ella!!!...

* La Nochevieja con mis amigos en una casa rural de Castellón, fue como siempre, para enmarcar. Jugar a "beso, verdad y atrevimiento" todavía, como si tuviésemos 18 años es algo que me encanta. Es bonito conocerse tanto y saber que nunca se hace nada con más intención que jugar y reirnos. Veintipico años juntos es lo que tiene. Son únicos y no los cambiaría por nada ni nadie. No pudieron estar todos este año, pero los que no estuvieron saben que les tuvimos muy presentes.

* Ver a mi niña disfrutar y ser feliz con los peques de mis amigos. No hay palabras para describir la alegría que me dió verlos saltar juntos en las camas, darse besos, hacer carreras por el pasillo de la casa rural, compartir cenas y comidas, jugar en los parques, abrazarse. Creo que mi Lunita se enamoró perdidamente de Martín (el hijo de mi amiga Cris)...No paró de perseguirle durante los 3 días..."atín, atín, atín".

* Los Reyes debieron venir por lo menos en trailer, porque la cantidad de regalos que nos dejaron, es imposible que los trajeran en camellos. Mi peque rompiendo envoltorios ya tuvo el mejor disfrute de inicio de año.

* Conseguir convencer a algunos de mis compis de trabajo (los de oficina) a apuntarse como caminantes a la subida del km vertical de Gandía fue toda una alegría. Es este próximo domingo y hemos pasado toda la semana de risas organizando, pensando en el almuerzo y en las subidas. Lo que creo que ellos no han pensado aún es en las agujetas que podrán tener el lunes tras esos 11.8 kms hacia arriba (la meta es la cima). Igual no me vuelven a dirigir nunca más la palabra.

* Celebrar en breve mi 40 cumpleaños junto a todos mis amigos de fiesta loca super loca (les invitaré a cenar con bebida ilimitada en Valencia para volver en tren a casa), me tiene con la ilusión rozando el cielo.

* Por fin van a operar a mi cousine Marilou que lleva en cama casi 2 meses. Duele ver a la gente que quieres y encima siendo tan joven pasándolo mal tanto tiempo. Fijo que en nada podremos celebrar que estará bien y sin dolores.

* Mi peque ya tiene pasaporte. Sé que celebrar mi cumple una semana antes de correr un maratón, no suele ser lo más aconsejable...pero me la repampinfla. Nos vamos a Marrakech el último finde de mes. Me llevo a mis amores a verme correr mi 1er maratón post-parto (mi 10º de asfalto) y ya me he perdido varias veces paseando con mi mente por esas calles y esa cultura tan peculiares. Tengo unas ganas de ir, que si me hacen un test sorpresa de ganas de viajar y correr junto a mi family, reviento todos los marcadores!!!

Pd: como bien dice una canción de Meritxell Naranjo que me encanta, el truco de la felicidad está en..."no esperar más de la vida, que la vida en sí misma, solo quiero verte sonreír"...
Querer que los de tu alrededor sonrían, te acaba haciendo sonreír a ti.
Y si sonríes, eres feliz.